Normativa contable internacional: cómo implantar GAAP o IFRS sin perderse

Publicado el 12 de agosto de 2025, 13:07

Si tu empresa está creciendo, busca financiación o quiere operar internacionalmente, necesitas que tus cuentas sean claras, comparables y fiables. Para eso existen dos grandes marcos contables: GAAP (de EE. UU.) e IFRS (internacional). Elegir uno u otro afecta directamente cómo presentas tus ingresos, gastos, activos y resultados.

Este artículo te explica de forma sencilla qué implica cada norma, cómo se aplican en empresas de servicios y productos, y qué pasos seguir para implantarlas correctamente.

 

¿Qué son GAAP e IFRS?

  • GAAP (Generally Accepted Accounting Principles): Normas contables de EE. UU., muy detalladas y específicas. Se usan sobre todo si cotizas en bolsa allí o tienes inversores americanos.

  • IFRS (International Financial Reporting Standards): Normas internacionales, más flexibles y basadas en principios. Son obligatorias para empresas cotizadas en la Unión Europea y recomendables si operas en varios países.

¿Qué cambia en la práctica?

Ingresos

Si vendes servicios combinados (consultoría + soporte técnico) o productos con garantía o instalación, tendrás que dividir el precio y reconocer cada parte en momentos distintos.

  • IFRS: reconoce ingresos cuando entregas el servicio o el cliente lo disfruta.

  • GAAP: muy parecido, pero con más reglas específicas por tipo de servicio o producto.

Inventarios

Si vendes productos físicos, el tratamiento del inventario afecta directamente tu beneficio.

  • IFRS: solo permite métodos como FIFO (lo primero que entra, lo primero que sale).

  • GAAP: permite también LIFO, útil en inflación para pagar menos impuestos.

Desarrollo tecnológico

Si estás creando una app, plataforma digital o software interno:

  • IFRS: puedes capitalizar parte del gasto si demuestras que el proyecto es viable.

  • GAAP: normalmente se lleva todo a gasto, lo que reduce el beneficio del año.

Alquileres

Si alquilas oficinas, vehículos o maquinaria:

  • Ambos: debes registrar el alquiler como un activo y un pasivo.

  • IFRS: todo se trata igual, lo que suele mejorar el EBITDA.

  • GAAP: distingue entre tipos de alquiler, lo que cambia cómo se presenta el gasto.

Adaptar la mentalidad y el ERP: claves para una transición real

Implantar GAAP o IFRS no es solo un cambio técnico, es un cambio cultural. Requiere que toda la empresa —desde dirección hasta operaciones— entienda que la contabilidad ya no es solo para cumplir, sino para comunicar valor, atraer inversión y tomar decisiones estratégicas.

Cambiar la mentalidad

  • De lo local a lo global: pasar de pensar en términos fiscales nacionales a estándares internacionales.

  • De lo reactivo a lo proactivo: anticiparse a cómo se reconocerán ingresos, gastos o activos antes de cerrar contratos.

  • De lo operativo a lo estratégico: entender que la contabilidad influye en cómo se percibe la empresa desde fuera.

Adaptar el ERP

Tu sistema de gestión (ERP) debe ser capaz de:

  • Separar componentes de ingresos: por ejemplo, distinguir entre servicio, producto, instalación, soporte.

  • Registrar activos por alquileres: no basta con un gasto mensual, hay que reflejar el derecho de uso.

  • Controlar inventarios por método contable: FIFO, LIFO o coste medio, según el marco elegido.

  • Gestionar proyectos tecnológicos: permitir activar gastos como activos si cumplen criterios contables.

Si tu ERP no lo permite, necesitarás módulos adicionales o incluso valorar un cambio de sistema. La inversión merece la pena si te permite cumplir con las normas y mejorar la calidad de tu información financiera.

Ejemplo práctico: empresa de servicios tecnológicos

Imagina una empresa que ofrece desarrollo web, soporte técnico, vende licencias de software y alquila equipos a clientes.

  • Con IFRS:

    • Separas el ingreso por desarrollo, soporte y licencias.

    • Capitalizas parte del desarrollo si cumple ciertos criterios.

    • El alquiler se registra como activo y pasivo, y el gasto se reparte entre depreciación e intereses.

    • Los productos físicos se valoran con FIFO.

  • Con GAAP:

    • El ingreso se reconoce de forma similar, pero puede variar según el tipo de servicio.

    • El desarrollo se lleva a gasto directamente.

    • El alquiler puede presentarse como gasto operativo.

    • Puedes usar LIFO para los productos si lo permite tu sistema.

Guía práctica para implantar IFRS o GAAP en tu empresa

  1. Revisa tus contratos: servicios, productos, garantías, alquileres, desarrollo tecnológico.

  2. Define tus políticas contables: cómo vas a tratar ingresos, gastos, activos, etc.

  3. Adapta tu sistema contable: asegúrate de que tu software puede manejar ambos marcos si lo necesitas.

  4. Haz pruebas: realiza cierres contables simulados para ver el impacto.

  5. Forma a tu equipo: contables, financieros y auditores deben entender bien las normas.

  6. Documenta todo: especialmente los juicios contables y estimaciones.

  7. Consulta con tu auditor: valida las decisiones antes de aplicarlas oficialmente.

En España, ¿qué se aplica?

  • Empresas cotizadas: deben usar IFRS en sus cuentas consolidadas.

  • Empresas no cotizadas: aplican el Plan General de Contabilidad (PGC), que está bastante alineado con IFRS.

  • Grupos internacionales: pueden necesitar reportar también bajo GAAP si tienen matriz en EE. UU.

Consejos finales

  • No te agobies con tecnicismos: empieza por entender cómo afecta a tus ingresos, gastos y activos.

  • Habla con tu auditor o asesor Financiero desde el principio: te ayudará a evitar errores.

  • Si tienes dudas, implantar IFRS suele ser más útil en Europa y más flexible para empresas de servicios y productos.

 

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